Hoy queremos celebrar la presentación de nuestra nueva línea Raw Black. Es posiblemente el papel de liar definitivo que aúna las mejores calidades, lo mejor de nuestro saber hacer y las mejores críticas. El Raw Black es el papel más fino del mercado gracias a su doble prensado. Como podrás imaginar, eso hace que el sabor del papel sea más suave. O lo que es lo mismo, que el de tus hierbas sea más puro e intenso.
Y como no podía ser de otra manera, la gama Raw Black suma a estas nuevas características todos los avances y calidades del resto de gamas. La pega es de cáñamo 100% natural. El papel, natural y sin aditivos, fabricado a partir de fibras de lino y arroz. Las filigranas mantienen nuestro patrón original de tejido cruzado para un quemado uniforme. Raw Black incluye también el patrón de líneas verticales. Estas líneas sirven de parada de la combustión para conseguir el quemado más suave y uniforme.
Nuestra nueva gama Raw Black viene presentada en dos formatos, el clásico español de 1 ¼ con 50 hojas por librillo. También puedes encontrar el formato king size de 110 milímetros. Por supuesto este es un producto fabricado en España en nuestra fábrica de Alcoy, que es la cuna del papel de liar. De hecho, hoy, aparte de presentar nuestra nueva línea Raw Black, nos gustaría contarte la historia del papel de liar. Porque tal vez no lo sabías, pero es un invento español. Un invento que inició la manera de fumar “handmade” que hoy está extendida por todo el mundo.
Los inicios de la industria del tabaco.
Y es que es precisamente en Alcoy, hacia el año 1154, donde se comienza a fabricar lo que en aquella época se llamaba “papel de tina”. Estaba compuesto por fibras y celulosa, normalmente obtenidas del cáñamo, el arroz y ropa vieja. En aquellos años aún no se había descubierto el tabaco, por lo que el papel producido en Alcoy tenía otras funciones. Es precisamente a partir del descubrimiento de América que el tabaco llega a Europa por la vía de nuestra península. Hay una anécdota que cuenta las desventuras de Rodrigo de Jerez. Este marino navegó con Colón hacia América y quedó asombrado con los indígenas que echaban humo por la nariz y la boca. Le gustó la idea y fue el primer europeo en fumar y en introducir el tabaco en Europa. Tanto fue el susto de los feligreses al ver a un demonio echando humo que fue denunciado a la Inquisición. Pasó los siguientes cinco años de su vida encerrado en una prisión mientras el tabaco empezaba a popularizarse en Europa.
Así entra el tabaco en Europa, y como no podía ser de otra forma: es caro.
Muy caro, tanto que sólo las clases adineradas pueden permitirse esta nueva moda. El rey Felipe III ordena en 1614 que la producción de tabaco proveniente de América se centralizase en Sevilla. Así se controló la producción mundial y el desorbitado precio de este producto. El tabaco por entonces se fumaba en forma de rapé, en pipa o en puros. Y es la clásica picaresca española la que hizo que el papel de liar apareciese. Los menos pudientes tenían las mismas ganas de fumar, pero no el dinero para costearse su vicio. Descubrieron que las tabacaleras tiraban sobras y recortes del tabaco que venía de las Américas. Procedieron a envolverlo en papel impreso de baja calidad y así pudieron fumar, posiblemente a costa de sus pulmones.
Los inicios de la industria del papel de liar.
Es en este momento cuando la historia del papel de liar comienza realmente. En algún momento del siglo XVII aparece el primer papel diseñado por una pequeña fábrica de Alcoy específicamente para fumar. En el Reino Unido, Jaime I decide gravar fuertemente la importación del tabaco. El impuesto es tan fuerte que se reduce la dimensión del papel de liar por aquellos lares. La nueva medida, de 70mm de largo se suma a la clásica peninsular de 78mm. Ésta última pasa a denominarse 1 ¼ o “spanish size”, por tener un 25% más de tabaco.
Desde la revolución industrial hasta nuestros días.
Por otro lado, aparece el “papel de ensigarrar” catalán. Es este último, también llamado papel “Barcelona” el que se popularizaría desde el siglo XVIII por toda la península y en Europa. Las invasiones napoleónicas de principios del siglo XVIII hacen que los soldados franceses se aficionen a fumar y a liar sus propios cigarrillos. Finalmente, Napoleón hace un gigantesco encargo a las fábricas españolas y sus tropas disfrutan de un suministro continuado de papel de liar. Esto hace que el hábito de fumar se extienda a nuestros vecinos de manera definitiva.
Y así continúa el éxito del papel de liar español hasta finales del siglo XIX. Es en esos años cuando Narcís Monturiol, un inventor, político e intelectual catalán, inventa una máquina rellenadora de cigarros. Al otro lado del océano, James Bonsack inventa otra máquina con la misma función. Estas dos circunstancias hacen que el consumo de tabaco se dispare debido a la mecanización y producción en masa. Después de la Primera Guerra Mundial, en occidente fumar cigarrillos es barato. De hecho, las autoridades sanitarias aún lo recomendaban. En España no termina de popularizarse el cigarrillo industrial. Se mantiene, posiblemente por la miseria del país en aquellos años, el uso del papel de liar.
Y… Raw Black.
Y así llegamos hasta nuestros días. Hoy, con más tallas, más tipos y gramajes que nunca, el papel de liar sigue estando de moda. Por eso cuando decimos que el nuevo papel de liar Raw Black aúna la última tecnología con lo mejor de nuestra tradición manufacturera realmente sabemos de lo que hablamos. Totalmente natural, aún más fino y sin ningún tipo de aditivo. Si eres un auténtico conocedor de este mundillo date el capricho. Prueba nuestra nueva línea Raw Black y disfruta de la mejor experiencia.
Mostrar comentarios (0)